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¿Qué son los mandatos internos?

Los mandatos internos son las creencias, ideas y normas que internalizamos a lo largo de nuestras vidas, como resultado de la socialización, la educación, las experiencias personales y la cultura en la que crecemos.  Provienen de la familia, la religión, la educación, los medios de comunicación y la sociedad en general y nos guían sobre cómo comportarnos, qué metas perseguir, qué es aceptable y qué no lo es en nuestro entorno.

 

Estos mandatos internos pueden llegar a limitarnos de diversas maneras:
  1.  Pueden restringir nuestra capacidad de expresar libremente nuestras ideas, opiniones y emociones. Por ejemplo, si crecemos en un entorno que valora la conformidad y desaprueba la individualidad, es posible que nos sintamos inhibidos para expresar nuestras ideas únicas o seguir nuestros intereses personales.
  2. A menudo nos presionan para conformarnos con las expectativas sociales y culturales predominantes, lo que nos lleva a seguir caminos de vida que realmente no nos satisfacen, sino que son considerados socialmente aceptables o prestigiosos.
  3. Al internalizar mandatos como «debes ser exitoso/a en todo lo que hagas» o «no puedes cometer errores», podemos desarrollar un temor paralizante al fracaso. Este miedo puede impedirnos tomar riesgos, explorar nuevas oportunidades o perseguir nuestras pasiones, limitando así nuestro crecimiento personal y profesional.
  4. Los mandatos internos a menudo se convierten en una voz crítica en nuestra mente, generando pensamientos negativos sobre nosotros mismos y nuestras acciones, lo cual llega a minar nuestra autoconfianza y autoestima.
  5. Perpetuación de estereotipos y prejuicios, ya que estos mandatos a menudo reflejan las normas y valores dominantes de una sociedad, que pueden estar imbuidos de sesgos y discriminación.
  6.  Los mandatos internos también pueden llevar a una mentalidad rígida y cerrada limitando nuestra capacidad para resolver problemas de manera creativa y para aprender y crecer a partir de experiencias nuevas y desafiantes.

Los mandatos internos se pueden confundir con las creencias limitantes. Tienen algunas similitudes, pero no son exactamente lo mismo. A continuación te muestro las diferencias:

  • Los mandatos internos son más amplios y abarcan normas culturales, sociales, familiares, educativas, religiosas, etc. En cambio, las creencias limitantes son un subconjunto específico de mandatos internos que se centran en ideas o pensamientos que restringen el potencial de una persona.
  •  Los mandatos internos incluyen tanto creencias limitantes como creencias potenciadoras. Las creencias limitantes son un tipo específico de mandatos internos que tienen un efecto negativo en nosotros.
  • A menudo, no somos conscientes de todos nuestros mandatos internos, ya que muchos de ellos se forman de manera inconsciente a lo largo de la vida. Pero, ¿Cómo se identifican los mandatos internos limitantes?

Identificar los mandatos internos limitantes

El proceso de identificar mandatos internos no es fácil, ya que a menudo implica explorar profundamente los pensamientos, creencias y patrones mentales arraigados en la mente subconsciente. Sin embargo, existen varias herramientas y técnicas que se utilizan en coaching y PNL  para hacerlo:

  1. Autoobservación consciente: Implica prestar atención a los pensamientos, creencias y patrones de comportamiento que surgen en la mente. Al cultivar la conciencia de uno mismo, comenzamos a identificar los pensamientos y creencias negativas que pueden estar limitando nuestro potencial.
  2. Visualización creativa: La visualización creativa es una técnica que se utiliza para imaginar y experimentar situaciones deseadas en la mente. Al visualizar el logro de metas y objetivos se desarrollan nuevas creencias potenciadoras.
  3. El coaching y la PNL a menudo utilizan la técnica del modelado como una forma de identificar y adoptar creencias y comportamientos positivos. Al observar y aprender de personas que han superado desafíos similares, una persona puede identificar mandatos internos limitantes y desarrollar nuevas formas de pensar y actuar.
  4. Técnicas de cambio de patrones: Algunas técnicas como los anclajes, la reestructuración de creencias y la integración de partes, que se centran en modificar los patrones inconscientes que nos limitan.
  5. En el coaching y la PNL, se utilizan preguntas poderosas para desafiar las creencias limitantes. Esto implica cuestionar la validez y la utilidad de las creencias negativas, así como explorar las pruebas que respaldan o refutan esas creencias.

Algunas de las preguntas que se pueden utilizar para identificar mandatos internos son:

  1. ¿Qué me impide alcanzar mis metas? Esta pregunta invita a reflexionar sobre los obstáculos internos que pueden estar interfiriendo con el logro de objetivos personales y profesionales.
  2. ¿Cuáles son mis pensamientos automáticos cuando enfrento un desafío? Explorar los pensamientos automáticos que surgen en situaciones difíciles puede revelar creencias limitantes arraigadas en el subconsciente.
  3. ¿Qué me digo a mí mismo/a cuando cometo un error? Esta pregunta permite identificar los mensajes internos críticos o negativos que pueden estar contribuyendo a una baja autoestima o miedo al fracaso.
  4. ¿Qué creencias tengo sobre mí mismo/a que podrían estar limitando mi potencial? Al cuestionar las creencias arraigadas sobre la propia valía y capacidad, se pueden identificar mandatos internos limitantes.
  5. ¿De dónde provienen mis creencias sobre el éxito, el fracaso, el dinero, el amor, etc.? Explorar el origen de las creencias puede ayudar a entender cómo se formaron y cómo están influyendo en la vida actual.
  6. ¿Cuándo fue la última vez que me sentí inseguro/a o no lo suficientemente bueno/a? ¿Qué pensamientos acompañaron esa sensación? Recordar situaciones específicas puede ayudar a identificar patrones de pensamiento negativo o autocrítico.
  7. ¿Qué pasaría si desafío mis creencias actuales sobre mí mismo/a? Esta pregunta invita a considerar las posibles consecuencias de desafiar y cambiar las creencias limitantes.
  8. ¿Qué aspectos de mi vida o mi comportamiento quiero cambiar, pero no he logrado hacerlo? ¿Qué pensamientos me están frenando? Esta pregunta permite identificar los obstáculos internos que están impidiendo el progreso hacia el cambio deseado.

Estas preguntas son solo ejemplos y pueden adaptarse según las necesidades individuales y el contexto específico. El objetivo es explorar profundamente el mundo interno de pensamientos y creencias para identificar los mandatos internos que pueden estar limitando el potencial y la felicidad de una persona.

Una vez formuladas las preguntas, se pueden hacer conscientes esos mandatos internos que nos están limitando. Algunos de los más frecuentes son los siguientes:

 

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¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES MANDATOS INTERNOS QUE NOS LIMITAN?

Los principales mandatos internos que nos limitan pueden variar de una persona a otra y dependen en gran medida de las experiencias individuales, la crianza, el entorno cultural y social, entre otros factores. Sin embargo, algunos de los mandatos internos más comunes que pueden limitarnos incluyen:

  1. No soy lo suficientemente bueno/a: Este mandato interno suele surgir de experiencias de crítica o comparación con otros, y puede llevar a una baja autoestima y falta de confianza en uno mismo.
  2. No merezco el éxito/felicidad: Este mandato interno se origina en la sensación de no ser digno de buenas cosas en la vida, lo que puede sabotear nuestros esfuerzos por alcanzar el éxito o experimentar la felicidad.
  3. El fracaso es inaceptable: Este mandato interno nos lleva a evitar situaciones donde podríamos fallar, limitando así nuestro crecimiento personal y profesional.
  4. Debo complacer a los demás: Este mandato interno nos lleva a poner las necesidades de los demás por encima de las nuestras, negando nuestras propias necesidades y deseos.
  5. No puedo salir de mi zona de confort: Este mandato interno nos impide arriesgarnos y explorar nuevas oportunidades, lo que limita nuestro crecimiento y desarrollo personal.
  6. El dinero es malo: Nos puede llevar a una mentalidad de escasez y limitar nuestras ambiciones financieras, impidiendo así nuestro progreso económico.
  7. No puedo expresar mis emociones: Este mandato interno nos lleva a reprimir nuestras emociones, lo que  da como resultado dificultades para establecer relaciones íntimas y auténticas con los demás.
  8. No merezco ser amado/a: Suele surgir de experiencias pasadas, de rechazo o abandono, y puede limitar la capacidad de una persona para establecer relaciones saludables y satisfactorias.
  9. No soy lo suficientemente inteligente: Este mandato interno puede haberse formado a partir de comparaciones con otras personas o de experiencias de fracaso académico. Limita la confianza en las habilidades intelectuales y hace que se eviten los desafíos intelectuales.
  10. No puedo confiar en nadie: Este mandato interno surge de experiencias pasadas de traición o decepción. Conduce a dificultades para establecer relaciones de confianza y a una sensación de aislamiento.
  11. El éxito es solo para los afortunados: Esta creencia limitante puede haber sido transmitida por figuras de autoridad que sugieren que el éxito es resultado de la suerte más que del esfuerzo y la habilidad. Limita la motivación y la perseverancia en la búsqueda de metas personales y profesionales.
  12. No puedo expresar mis emociones: Este mandato interno puede haber sido internalizado en un entorno donde la expresión emocional se percibe como signo de debilidad o inmadurez. Limita la capacidad de la persona para conectarse consigo misma y con los demás de manera auténtica.
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Los mandatos, además, pueden provenir del inconsciente colectivo familiar.

El famoso psiquiatra C.G. Jung identificó en nuestra mente subconsciente, el inconsciente individual y el inconsciente colectivo. Esta parte de nuestra mente almacena patrones familiares heredados de nuestros antepasados. Por esa razón, a veces, es tan difícil identificarlos. 

Estas creencias influyen en la forma en que percibimos el mundo, nos relacionamos con nosotros mismos y los demás, y cómo abordamos diferentes aspectos de nuestras vidas. Pueden incluir:

  1. Creencias sobre la autoestima y el valor personal: Creencias arraigadas de no ser lo suficientemente bueno/a, no merecer el éxito o la felicidad, o sentir que uno no es digno de amor o respeto.
  2. Creencias sobre el dinero y la abundancia: Creencias de escasez, miedo a la prosperidad o la riqueza, o la idea de que el dinero es malo o corrupto.
  3. Creencias sobre las relaciones interpersonales: Creencias sobre la confianza en los demás, la capacidad de mantener relaciones estables y saludables, o la idea de que el amor siempre termina en decepción o traición.
  4. Creencias sobre el éxito y el fracaso: Creencias arraigadas sobre la inevitabilidad del fracaso, el miedo al éxito o la sensación de que no se puede alcanzar el éxito debido a circunstancias externas.
  5. Creencias sobre la salud y el bienestar: Se manifiesta en creencias sobre la inevitabilidad de ciertas enfermedades o condiciones de salud, la idea de que el cuidado personal es egoísta o la creencia de que no se merece sentirse bien consigo mismo/a.

Estas creencias limitantes subconscientes son transmitidas a través de historias familiares, patrones de comportamiento observados en los padres y abuelos, eventos traumáticos que afectan a toda la familia, así como normas culturales y sociales que se transmiten a lo largo del tiempo. 

Es importante reconocer estas creencias limitantes y trabajar para desafiarlas y transformarlas. Para ello es necesario identificar si son mandatos o creencias, ya que los primeros son más difíciles de identificar y requieren un trabajo más profundo.

 

¿CÓMO SE PUEDE DIFERENCIAR SI ES UN MANDATO O UNA CREENCIA HEREDADA?

  1. Origen y Transmisión:
    • Mandato: Un mandato es una instrucción o directiva que se transmite de generación en generación de manera explícita o implícita. Por lo general, se transmite a través del lenguaje, las acciones o el comportamiento modelado por los miembros de la familia.
    • Creencia heredada: Una creencia heredada es una idea, percepción o valor que se transmite de generación en generación, pero puede no ser necesariamente una instrucción explícita. Puede ser transmitida a través de historias familiares, observación de patrones de comportamiento, o incluso a través de la cultura y la tradición.
  2. Naturaleza Implícita vs. Explícita:
    • Mandato: Los mandatos suelen ser más explícitos y directos en términos de lo que se espera de una persona. Por ejemplo, «Debes ser el mejor en todo» o «Las mujeres deben ser sumisas».
    • Creencia heredada: Las creencias heredadas suelen ser más implícitas y sutiles. Pueden manifestarse en acciones, actitudes o expectativas que se dan por sentado sin ser expresadas directamente. Por ejemplo, la idea de que «La familia siempre debe ponerse primero» o «El dinero es la raíz de todos los males».
  3. Influencia en el Comportamiento:
    • Mandato: Los mandatos suelen tener un impacto directo en el comportamiento, ya que representan instrucciones o reglas que se espera que se sigan. Por ejemplo, un mandato de «Debes casarte antes de los 30» puede influir en la elección de pareja y en las decisiones relacionadas con el matrimonio.
    • Creencia heredada: Las creencias heredadas influyen en el comportamiento de manera más sutil, ya que pueden estar arraigadas en la identidad y la percepción de uno mismo. Por ejemplo, la creencia heredada de «La vida es una lucha constante» puede influir en la forma en que una persona enfrenta los desafíos y busca oportunidades.

El concepto de creencias limitantes subconscientes heredadas a través del transgeneracional se refiere a la idea de que ciertas creencias negativas o limitantes pueden ser transmitidas de generación en generación dentro de una familia. Pueden ser tanto mandatos como creencias. Los principales son:

 

MANDATOS INTERNOS HEREDADOS DE NUESTROS ANTEPASADOS

  1. Creencias religiosas o espirituales:
    • Mandato interno: «Debo asistir a la iglesia cada domingo, como lo hacían mis padres y abuelos».
    • Mandato interno: «No debo cuestionar las enseñanzas religiosas de mi familia, ya que son sagradas y han sido transmitidas por generaciones».
  2. Expectativas culturales de género:
    • Mandato interno: «Como hombre, debo ser el proveedor principal de mi familia, tal como lo han sido los hombres en mi linaje familiar».
    • Mandato interno: «Como mujer, debo encargarme principalmente de las tareas del hogar y cuidar de los niños, como lo hicieron las mujeres en mi familia».
  3. Actitudes hacia el éxito y el fracaso:
    • Mandato interno: «Debo perseguir una carrera segura y estable, siguiendo el ejemplo de mis antepasados, quienes valoraban la estabilidad financiera por encima de todo».
    • Mandato interno: «El fracaso es vergonzoso y debe evitarse a toda costa, ya que en mi familia siempre se valoró el éxito y la reputación».
  4. Patrones de relación:
    • Mandato interno: «Debo evitar el conflicto a toda costa, ya que mis padres y abuelos siempre mantuvieron la paz en la familia, incluso a expensas de sus propias necesidades».
    • Mandato interno: «Las relaciones amorosas deben seguir un modelo tradicional, basado en el matrimonio y la fidelidad, tal como lo han hecho las generaciones anteriores de mi familia».
  5. Creencias sobre la salud y el bienestar:
    • Mandato interno: «No necesito buscar ayuda profesional para mi salud mental, ya que en mi familia siempre se han enfrentado los problemas emocionales solos».
    • Mandato interno: «Debo seguir una dieta y un estilo de vida similares a los de mis antepasados, ya que han demostrado ser saludables y longevos».
  6. Actitudes hacia la riqueza y la abundancia:
    • Mandato interno: «Debo ser frugal y ahorrar tanto como sea posible, siguiendo el ejemplo de mis antepasados, quienes valoraban la seguridad financiera sobre el lujo».
    • Mandato interno: «No es apropiado buscar riqueza o éxito económico, ya que mis ancestros siempre han vivido con modestia y humildad».
  7. Narrativas familiares:
    • Mandato interno: «Debo honrar y preservar la reputación de mi familia a toda costa, ya que nuestros antepasados siempre fueron respetados en la comunidad».
    • Mandato interno: «Debo seguir las tradiciones familiares en cuanto a celebraciones, rituales y costumbres, ya que forman parte de nuestra identidad y legado».

Sin embargo, es posible desafiar y cambiar estas creencias a través de la autoconciencia, la autorreflexión y el trabajo consciente para reemplazar los mandatos internos negativos con pensamientos y creencias más empoderadores y positivos. Algunas de las técnicas más empleadas por la Programación Neurolingüística son:

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TÉCNICAS PARA MODIFICAR MANDATOS INTERNOS Y CREENCIAS LIMITANTES

Modificar los mandatos internos y creencias limitantes puede transformar tu vida, ayudándote a alcanzar tu máximo potencial y mejorar tu bienestar general. Algunas técnicas sencillas y efectivas para lograrlo son:


1. Anclajes

La técnica de los anclajes proviene de la Programación Neurolingüística (PNL). Se trata de asociar un estímulo específico, como una palabra, imagen o sensación física, con un estado emocional deseado.


Cómo funciona:

  • Identifica el estado emocional: Decide cómo quieres sentirte; por ejemplo, tranquilo, confiado o motivado.
  • Elige un estímulo neutral: Encuentra una palabra, imagen o gesto que puedas asociar con ese estado emocional.
  • Crea la conexión: Repite la asociación del estímulo con el estado emocional deseado. Por ejemplo, cuando te sientas tranquilo, toca un punto específico de tu cuerpo (como tu muñeca). Con el tiempo, tocar tu muñeca puede ayudarte a evocar ese sentimiento de tranquilidad.

Ejemplo práctico:

  • Estado deseado: Confianza.
  • Estímulo: Un apretón suave en el lóbulo de la oreja.
  • Proceso: Cada vez que te sientas confiado, aprieta suavemente el lóbulo de tu oreja. Con el tiempo, este gesto puede ayudarte a sentirte más seguro en situaciones desafiantes.

2. Reestructuración de Creencias

Esta técnica se utiliza en terapias cognitivas para desafiar y cambiar las creencias limitantes o disfuncionales.


Cómo funciona:

  • Identifica la creencia limitante: Reconoce una creencia que te está frenando; por ejemplo, «No soy lo suficientemente bueno».
  • Cuestiónala: Pregúntate si esta creencia es realmente cierta. Busca evidencia a favor y en contra.
  • Crea pensamientos alternativos: Genera una nueva creencia más realista y positiva; por ejemplo, «Tengo habilidades y talentos únicos que me hacen valioso».

Ejemplo práctico:

  • Creencia limitante: «Siempre fracaso en todo lo que intento».
  • Nueva creencia: «Cada intento es una oportunidad de aprendizaje, y cada fracaso me acerca al éxito».

3. Visualización Creativa

La visualización creativa implica usar la imaginación para crear y experimentar situaciones deseadas en tu mente.


Cómo funciona:

  • Visualiza tus objetivos: Imagina vívidamente lo que quieres lograr. Piensa en los detalles y en cómo te sentirás al alcanzar tus metas.
  • Practica regularmente: Dedica unos minutos cada día a visualizar tus logros y superación de obstáculos. Esto puede ayudarte a reforzar creencias positivas y motivarte a actuar hacia tus objetivos.

Ejemplo práctico:

  • Objetivo: Hablar en público con éxito.
  • Proceso: Visualiza vívidamente tu presentación, imagina la audiencia reaccionando positivamente y siente la emoción del éxito.

4. Afirmaciones Positivas

Las afirmaciones positivas son declaraciones que utilizas para reprogramar tu mente con creencias más saludables y motivadoras.


Cómo funciona:

  • Crea tus afirmaciones: Elige afirmaciones que reflejen lo que quieres creer sobre ti mismo; por ejemplo, «Soy capaz y fuerte».
  • Repite a diario: Di tus afirmaciones en voz alta o escríbelas todos los días. La repetición constante puede ayudar a transformar tus pensamientos negativos en positivos. Las afirmaciones se pueden verbalizar o escribir. Siempre en positivo y en tiempo presente.

Estas técnicas, cuando se aplican de manera regular y sistemática, ayudan a modificar los mandatos internos y creencias limitantes, permitiéndote vivir una vida más plena y satisfactoria.

Para terminar, quiero mostrarte algunas de las afirmaciones que puedes practicar una vez que has identificado el mandato o creencia que te pueda estar limitando:

  • Soy capaz de aprender y crecer en cualquier situación: Promueve la mentalidad de crecimiento, fomentando la perseverancia y la búsqueda de oportunidades de aprendizaje en todos los aspectos de la vida.
  • Puedo superar los desafíos con determinación y esfuerzo: Fortalece la resiliencia y la capacidad de afrontamiento, permitiendo a la persona enfrentar obstáculos con confianza y persistencia.
  • Soy digno/a de amor y respeto: Promueve la autoestima y la autoaceptación, permitiendo a la persona establecer relaciones saludables y satisfactorias basadas en el respeto mutuo.
  • Mis opiniones y experiencias son válidas: Fomenta la autoexpresión y la confianza en uno mismo, permitiendo a la persona compartir sus ideas y perspectivas de manera auténtica y segura.
  • El fracaso es una oportunidad para aprender y crecer: Promueve una actitud positiva hacia el fracaso, permitiendo a la persona verlo como parte del proceso de aprendizaje y desarrollo personal.

A modo de conclusión, los mandatos internos y las creencias limitantes pueden tener un gran impacto en nuestras vidas, ya sea empoderándonos o limitándonos.

Al identificarlos y trabajar para cambiarlos mediante técnicas como los anclajes, la reestructuración de creencias, la visualización creativa y las afirmaciones positivas, podemos liberarnos de sus limitaciones y vivir de manera más plena y auténtica. Reconocer y transformar estos patrones es un paso esencial hacia el crecimiento personal y el bienestar emocional.