Blog
Qué es la geometría sagrada. Formas geométricas básicas, fractales y proporción aúrea
¿Qué es la Geometria Sagrada?
Alguna vez te has preguntado por qué te llaman la atención ciertos lugares, elementos de la naturaleza, de la decoración, de la arquitectura, del arte, etc. Puede, que sin saberlo, estés conectado a nivel espiritual con tu ser interior.
En nuestra mente subconsciente existe una espacio que va más allá de lo que creemos ser. Es el inconsciente colectivo y los arquetipos. Patrones universales que forman parte de nuestra evolución como seres humanos y que se repiten a lo largo de diferentes generaciones. La cuestión es que, no nos hemos parado a observar toda la información que nos rodea, que está en todas partes. Esa información son códigos que están en nosotros y nuestra conexión con el universo.
Al tratarse de dibujos y formas, nuestra mente analítica no tiene nada a lo que aferrarse ya que no hay imágenes concretas tangibles con las que podemos tener asociados creencias o pensamientos.
Es, en ese instante, que nuestra mente subconsciente reconoce el lenguaje de nuestras células, de nuestro ADN. Se activan partes de nosotros que estaban dormidas y ocultas. Conectamos con nuestra sabiduría interna y se activa la intuición.
En la geometría sagrada se combina la geometría, las matemáticas y la espiritualidad, explorando las formas geométricas que se consideran fundamentales en la creación del universo. Esas formas geométricas poseen energías y vibraciones específicas que influye en nuestro desarrollo de la consciencia y en la conexión con la divinidad.
La geometría sagrada por lo tanto, es una rama de la geometría que se enfoca en las formas y patrones que se encuentran en la naturaleza y en diferentes enseñanzas espirituales de diversas culturas a lo largo de la humanidad. Estas formas y patrones tienen un significado simbólico y espiritual profundo y pueden utilizarse para mejorar nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos.
Un ejemplo de geometría sagrada en la naturaleza es el girasol. La forma en que las semillas del girasol están dispuestas sigue una espiral matemática conocida como la sucesión de Fibonacci, formando un girasol geométrico.
La geometría sagrada también se utilizan en la meditación y la sanación. Por una parte, estas formas geométricas poseen energías y vibraciones específicas que influyen en el nivel consciencia y en la conexión con lo divinidad. Una forma de hacerlo es enfocarse en ellas durante la meditación. Esto hace que se armonize y equilibre tanto la mente, como el cuerpo y el espíritu.
Por ejemplo, meditar en un círculo ayuda a establecer un sentido de unidad y totalidad; visualizar un círculo perfecto en la mente, equilibra y armonizar las energías internas; el triángulo se utiliza para enfocar la atención en la trinidad divina o en los aspectos trinos de la existencia.
De otra parte, también se emplea como una herramienta en la sanación holística. Cuando se utilizan estas formas geométricas en prácticas de sanación, se busca armonizar y equilibrar el flujo de energía en el cuerpo; por ejemplo, mediante el mandala.
El mandala es un diseño geométrico circular que se colorea o se dibuja. Se ha demostrado a nivel terapeútico- que el proceso de crear y contemplar un mandala es relajante y ayuda a disminuir los niveles de estrés y de ansiedad; estimula la creatividad y nos permite estar en el aquí y el ahora. Respecto a su significado espiritual, los colores y las formas que se utilizan en la realización de estas figuras, tienen un impacto en el equilibrio de los chakras y en el sistema energético global del cuerpo.
Qué son los fractales.
La geometría sagrada también se relaciona con los fractales en la naturaleza. Un ejemplo sería el fractal de Mandelbrot.
Según el matemático, un fractal es un objeto geométrico caracterizado por presentar una estructura que se repite a diferentes escalas. La geometría fractal trata de modelar y describir muchos fenómenos naturales y experimentos científicos, y se ha transformado en pocos años en una herramienta multidisciplinar utilizada por científicos, artistas, sociólogos, economistas, meteorólogos, músicos, informáticos, etc
Muchas formaciones naturales, como las costas, los ríos, las nubes, los árboles, el brócoli, el romanescu, las plantas suculentas, presentan patrones fractales que se parecen al fractal de Mandelbrot. También se puede encontrar en la distribución de galaxias en el universo, en la forma de los copos de nieve y en la estructura de los corales. Estos patrones fractales se producen naturalmente debido a las leyes de la física y las matemáticas que rigen el crecimiento y la formación de estructuras en la naturaleza.
Formas geométricas básicas
Existen formas que van desde lo más básico a las figuras más complejas. Vamos a comenzar entendiendo las figuras más conocidas. Podemos encontrar:
Círculo: es una forma perfecta y simétrica que representa la unidad, la eternidad y la totalidad. En muchas culturas antiguas, el círculo también se asociaba con el sol y la divinidad. El símbolo del sol es un círculo con un punto en el centro, y se cree que representa la fuente de luz y vida.
Cuadrado: es otra forma geométrica clave en la geometría sagrada. Representa la estabilidad, la estructura y el equilibrio. El cuadrado también se asocia con los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. En muchas tradiciones espirituales, el cuadrado se utiliza como base para construir otras formas sagradas más complejas.
Triángulo: es una forma geométrica poderosa y se encuentra ampliamente en la geometría sagrada. Hay diferentes tipos de triángulos, como el equilátero, el isósceles y el escaleno, cada uno con su propio simbolismo. El triángulo equilátero, con sus tres lados iguales, representa la armonía, la perfección y la divinidad trina. En algunas tradiciones, el triángulo también se asocia con los tres aspectos de la existencia: el creador, el destructor y el preservador.
Pentágono: tiene cinco lados y cinco ángulos, y se cree que está relacionado con la proporción áurea o número de oro, que es una relación matemática fundamental en la naturaleza. El pentágono se asocia con la perfección y la armonía divina. Además, en muchas culturas, el pentágono está relacionado con la protección y se utiliza como símbolo para repeler energías negativas. Por ejemplo, la proporción áurea se ha utilizado en la construcción de edificios sagrados como la gran pirámide de Giza y la catedral de Notre-Dame.
Hexágono: es una forma geométrica interesante que se encuentra tanto en la geometría sagrada como en la naturaleza. Se cree que el hexágono representa la integración y la conexión, ya que se forma a partir de la intersección de dos triángulos equiláteros. Esta forma se encuentra en los panales de abejas, en cristales y en otros patrones naturales como las estructuras cristalinas de los cristales de cuarzo. El hexágono se considera un símbolo de equilibrio y unidad.
Octógono: es una figura de ocho lados iguales. Se considera un símbolo de equilibrio y renovación. El octógono está asociado con el número ocho, que se encuentra en ciclos naturales como las fases lunares y los ocho puntos cardinales.
Dodecaedro: es un poliedro compuesto por doce caras pentagonales. Se considera una forma sagrada asociada con el elemento éter o espíritu en la antigua filosofía griega. El dodecaedro se relaciona con la conciencia cósmica y la conexión con planos superiores de existencia.
Icosaedro: es un poliedro con veinte caras triangulares. Se asocia con el elemento agua y se cree que representa la intuición, la fluidez y la creatividad. El icosaedro también se relaciona con la energía femenina y el aspecto emocional del ser humano.
Esfera: es una forma tridimensional perfecta en la geometría sagrada. Representa la totalidad, la unidad y la perfección. Se considera una forma que abarca todas las demás y que simboliza el infinito y la conexión con el cosmos.
Toroide: es una forma geométrica tridimensional que se asemeja a un donut o rosquilla. Se utiliza en la geometría sagrada para representar los flujos de energía y la dinámica de los campos electromagnéticos. Representa gráficamente el proceso por el cual toda la energía, cuando está correctamente alineada, está continuamente en movimiento armónico y cíclico, arriba, abajo y alrededor, entre el espíritu y la materia.
A nivel biológico, el toroide (formado a partir de espirales áureas circunscritas en una esfera), es un campo magnético, que se forma alrededor de todos los seres vivos, medible con los instrumentos electromagnéticos apropiados. El toroide queda formado por un campo magnético en movimiento que tiene su origen en el corazón.
Espiral: que se encuentra en la naturaleza en conchas de caracol, en las galaxias y en muchas otras estructuras. Se asocia con el crecimiento, la evolución y el movimiento cíclico. Se utiliza en prácticas espirituales para representar el viaje interno hacia la iluminación y la conexión con el flujo cósmico de la energía. En la espiral áurea se encuentra presente la proporción áurea que consiste en una espiral que se forma conectando arcos de circunferencias inscritas en los cuadrados de un rectángulo áureo.
La proporción aúrea
La proporción áurea, también conocida como la divina proporción o el número de oro, es un concepto matemático que a la vez, transciende lo racional. Su presencia se encuentra en la naturaleza, en obras de arte y en diseños arquitectónicos, generando sensación de armonía y belleza . Este número irracional, representado por la letra griega φ (phi), tiene un valor aproximado de 1.618033988749895.
Uno de los ejemplos más conocidos de la utilización de la proporción áurea en el arte es el rectángulo áureo, cuyos lados obedecen a la relación de la divina proporción. Leonardo da Vinci usó lo que denominó sectio aurea para definir todas las proporciones de obras como la Última cena, la Mona Lisa y el Hombre de Vitruvio, que fueron creadas utilizando el rectángulo áureo como base para la composición, lo que ayuda a generar una sensación de equilibrio y atractivo visual.
En la arquitectura dos ejemplos muy significativos son: el Partenón en Atenas, cuyas dimensiones se basan en la proporción áurea, como un símbolo de la perfección arquitectónica. Se cree que Fidias, famoso escultor y matemático griego, aplicó phi al diseño de esculturas para el Partenón.
La gran pirámide de Giza, por ejemplo, la longitud de cada lado de la base es de 230 metros con una altura de 146 metros. La relación de la base con la altura es aproximadamente 1,575, muy cercano al número áureo.
Es importante explicar la relación existente entre proporción áurea y la sucesión de Fibonacci que mencioné al principio de este post.
La Serie de Fibonacci
La serie o frecuencia de Fibonacci es una secuencia matemática que se construye a partir de sumar los dos números anteriores para obtener el siguiente número de la secuencia. Comienza con los números 0 y 1, y luego cada número siguiente es la suma de los dos números anteriores. La secuencia comienza así:
0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, …
Por ejemplo, para obtener el tercer número en la secuencia, se suma 0 + 1 = 1. Para obtener el cuarto número, se suma 1 + 1 = 2, y así sucesivamente.
La secuencia de Fibonacci se atribuye al matemático italiano Leonardo de Pisa, también conocido como Fibonacci, quien introdujo esta secuencia al mundo occidental en su libro «Liber Abaci» (El libro del ábaco), publicado en 1202. En realidad, esta secuencia ya había sido descubierta y estudiada en la India y otras culturas mucho antes de la época de Fibonacci, pero él fue quien popularizó y difundió esta secuencia en Europa.
Lo interesante de la Serie de Fibonacci es que, a medida que avanzamos en la secuencia, la relación entre un número y su predecesor se acerca cada vez más a la proporción áurea (φ, aproximadamente 1.618033988749895). Si divides cualquier número en la secuencia de Fibonacci por el anterior, por ejemplo, 55/34, o 21/13, y la respuesta siempre es cercana a 1.61803 que es el número dorado, divina proporción o proporción áurea.
El vector de equilibrio
También debemos considerar lo que se denomina el vector equilibrio, considerado el patrón geométrico de la matriz de energía primordial en el cosmos. Es la única forma geométrica donde todas las fuerzas son iguales y equilibradas.
Debido a su perfecto equilibrio vectorial, este patrón es la fase cero de la integridad de las fuerzas positivas y negativas que propagan las diferentes formas de conciencia. Un ejemplo es en la Flor de la Vida, cada círculo se intersecta con otros seis círculos, creando así un patrón hexagonal. En el centro de cada círculo, se encuentra el vector de equilibrio que establece la simetría perfecta y el orden en toda la figura. Por esta razón, representa el vacío, el silencio absoluto, lo no manifestado.
Es importante tener en cuenta que el vector de equilibrio no es necesariamente visible físicamente, sino que es una línea conceptual utilizada para comprender y trabajar con la geometría sagrada. A través de la visualización y la comprensión intuitiva de esta línea imaginaria, podemos aplicar los principios de equilibrio y armonía en nuestras creaciones y diseños basados en la geometría sagrada.